Permite que tus deseos vuelen, darle vueltas en tu cabeza solo los retiene en su camino al Padre. Libéralos al universo, convéncete de que ya han sido concedidos y no pienses más en ellos. Concéntrate solo en lo feliz que te hace saber que el Padre te los ha concedido. Deja que los engranajes del universo encajen para ti. Tu felicidad y agradecimiento son el único impulso que el Padre necesita para alinearse contigo y satisfacer todos tus deseos.
En el principio, fuimos luz en la unidad del Padre. Aquí encontrarás algunos destellos de esa luz para iluminar el camino de aprendizaje espiritual que nos reintegre a la unidad.